miércoles, 14 de septiembre de 2011

Educamos o educan? (2)


"Las etiquetas empiezan por el profesorado… "


Voy a argumentar un poco esa frase… Y lo haré bajo mi experiencia, bajo todo lo que he leído, informado, descubierto en cinco años y a raíz precisamente de un etiquetaje que no debiera haber sido tal…


La educación de hoy se mueve por objetivos. Si de paso aprenden pues genial y si no, da igual, pasamos el curso y punto. Cuando yo oigo que profesorado y padres han de ir a una en función y para bien del niño, yo digo: Genial!! . Todo va a ir bien. Soy una persona abierta, implicada… Todo irá bien. Y así fue con el mayor. Ningún problema, una media más que aceptable y las típicas entrevistas sin más pues no había problema alguno. Ahí eres una madre estupenda, no da” guerra” al profesorado y el alumno progresa de forma adecuada. El problema surge en un gran porcentaje de los casos cuando un alumn@ tiene “algo” que no es tangible. No le falta nada físicamente, es inteligente, pero… de pronto algo falla. Como madre, acudes al centro y empiezas a hacer notar que X cuestión no crees que vaya como debiera. “No pasa nada es “”normal”” en niñ@s de esa edad (pongamos, 4/ 5 años).El tiempo pasa y el niñ@ deja de reír, aparta sus cuentos en lo más recóndito de su habitación, no muestra demasiado interés por lo que debiera dada su edad y su carácter se agria poco a poco. La madre observa y vuelta al profesorado. Ya en esta segunda vez, empiezan las etiquetas: “ “es inteligente pero gandul”, “tiene muchos Webs”, “no muestra interés”, etc. etc. … “No te preocupes”, te dicen… Y una, inocentemente se lo cree… “tendrán razón… será “normal” “… El tiempo sigue pasando y esa etiqueta se extrapola al resto de compañeros de clase. Empieza el bulling psicológico. Y ahora sí, ahora la madre se convierte en una “pesada de narices” porque por ahí no pasa.
Orientación por parte del centro docente? Ninguna. Búscate la vida y soluciona tú el problema. Y así lo hice. Horas, días, noches de lectura sobre el tema. Valoraciones con especialistas… Y sigo entrando en el centro y sigo siendo una pesada… Un simple y muy leve problema de lectoescritura fue lo que origino que mi hija se anulara. Un simple y muy leve problema en que la educación y el dialogo centro-madre falló por parte del centro. Cinco años de luchas porque la tan por fiada frase de “es fundamental la comunicación fluida entre padres y docentes”, brilló por su ausencia. Cinco años en que ella, sufrió.
Si, educamos en casa y enseñan en los centros, de acuerdo pero, entonces; que no me vendan la moto de que hay que mantener un dialogo, de que es fundamental que lo haya por y para el bien de los niños. Este año y con mucho trabajo he conseguido un cambio de centro pero, eso no equivale al éxito. Es un cambio en el que ella, su psicopedagoga y yo, esperamos sea un inicio de algo que merece y es una educación como debe ser. Es un nuevo inicio en el que ella ya lleva unas secuelas a sus espaldas y que con la valentía de que dispone, esperamos sea lo que debiera haber sido desde un principio.
No siempre detrás de un niñ@ que no progresa hay un niñ@ problemático. Hay cosas que son intangibles que están ahí y que si ni padres ni docentes se preocupan de ello, son niñ@s perdidos, abocados sin remedio a un fracaso escolar que sin duda les repercutirá en su futuro.
Hay que escucharles, hay que observarles, hay que pensar que no todo “son cosas de niñ@s”. Hay que darles un voto de confianza y pensar que detrás de una conducta “diferente” puede (casi con toda seguridad), haber un problema, sea este tangible o intangible. Y sobre todo hay que velar por esos valores que apenas existen en los centros a la hora de la convivencia en los centros y entre los compañeros.

Ella ya empezó a salir adelante y lo seguirá haciendo porque es fuerte, valiente y yo estaré ahí para velar por que lo que hemos avanzado quede bien enraizado. Y lo conseguirá.

Ella - "Mami, a que edad empezaste tú el cole?"
Yo - "Yo? a los seis años"
Ella - "Nos estais robando nuestra infancia!!"

Una de las grandes verdades que jamás escuché...
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La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle.

María Montessori (1870-1952) Educadora y médica italiana.