El ganador del XIV Premio Odisea de
Literatura, Sergi Férez
nos narra en Lo que queda de mí una historia de amor y superación. Eric,
protagonista de la novela, pierde gran parte de su vida cuando le arrebatan a
su amado Ángel. Podemos tenerlo todo en la vida, pero también podemos perderlo
todo en un solo instante.
Antes que nada felicitarte por el
galardón. ¿Cómo surgió la idea de escribir ‘Lo que queda de mí?
Hacía seis
meses que había terminado mi primera novela y sentía que aún tenía más cosas
que explicar, por lo que una tarde, tomando una cerveza delante de la chimenea,
Eric y Ángel comenzaron a tomar cuerpo para relatar su preciosa historia de
amor.
¿Cómo te sientes tras haber
resultado ganador del XIV Premio Odisea de Literatura?
Mi primera
novela, “Ilusiones de marfil” comenzó con la motivación de presentarme a
vuestro concurso de literatura, por lo que ganar con mi segundo manuscrito, es
un sueño hecho realidad.
¿Cuáles son
los ingredientes de ‘Lo que queda de mí’?
El amor y la
esperanza.
¿Qué tiene
de real la historia de Eric y Ángel?
La
superación del duelo, la aceptación de que la vida sigue y saber que el amor
está ahí, esperando a que nos demos cuenta.
‘Lo que
queda de mí’ es la historia de una pérdida, pero más que una novela triste es
una novela esperanzadora, ¿eres de los que creen en las segundas oportunidades?
Sin duda, el
mérito de la vida se basa en sus constantes oportunidades, en todos los
aspectos.
Eric ha
sobrepasado la cuarentena, ¿es más difícil empezar de nuevo cuanto más mayor se
es?
Se comienza mucho
más consecuente y quizá más reacio, pero cuando el amor llama a tu puerta y
tienes la valentía de aceptarlo, dejando a un lado todos tus hábitos de persona
autónoma, te maravillas de lo gratificante que es compartir tu vida.
¿Para amar a
otros, primero debemos querernos a nosotros mismos?
La
autoestima ha descendido en proporción de nuestra autonomía, si en los setenta
la sociedad era conformista, ahora es todo lo contrario. Aceptando lo que
tenemos, dejando de ansiar lo que no tenemos, facilita la vida diaria y, de
rebote, nuestra tranquilidad personal, que crece y se coloca en el lugar que
debe: bien alta.
'Lo que
queda de mí' es tu segunda novela, ¿puedes hablarnos un poco de tu primera
novela, Ilusiones de Marfil?
Nació del
cansancio de los fines de semanas que parecían repetirse una y otra vez, que si
este esto, que si el otro lo otro… Siempre quejándonos de los solos que
estábamos. Participar en vuestro concurso, el X, fue el detonante para que
de forma divertida, con mucho humor y de una forma elegante, el protagonista
nos demostrara que sin miedo y con las tonterías justas, podíamos alcanzar lo
que deseábamos.
¿Cómo ha
sido la experiencia del mercado del ebook? ¿Crees que el ebook terminará
devorando el papel?
A nivel de
ventas ha sido fantástico. En lo cotidiano, sin duda, terminará con el
papel. En Madrid, ciudad de la que soy un enamorado, me sorprendió ver en
el metro a gente mayor con libros electrónicos, algo que no había visto en
Barcelona. De eso hace ya un año, ahora es lo más habitual del
mundo. Incluso a mi madre, para su 70 cumpleaños le regalamos uno y está
maravillada.
"Terenci Moix fue un
maravilloso escritor y nunca fue considerado como un literato gay."
¿Existe la
literatura gay? ¿Qué otros títulos de temática LGTB has leído?
Más que
literatura gay, lo calificaría de temática gay. Terenci Moix fue un
maravilloso escritor y nunca fue considerado como un literato gay. Me
fascinó “Hermano” de José Luis Serrano y como muchos, “El viaje de Marcos” fue
mi primer libro.
¿Qué otros proyectos
tienes en mente?
Regento un
Gastropub junto a mi marido en Girona, y sigo escribiendo. Estoy dando los
últimos retoques a mi tercera novela, también de temática gay. Me gusta el
mundo de la narrativa porque es la mejor manera de verbalizar tus pensamientos. A
veces, el discurso oral se convierte en pesado debido a la falta de experiencia
o tonos de voz desagradables. En la novela, el tono, el ritmo, la esencia
de la historia, la adapta el lector a su gusto, y eso es un punto muy positivo.