Un hombre iba caminando con dificultad por la orilla de un río. Observó
que la orilla opuesta era mucho y decidió hacerse una balsa. Reunió
algunos troncos, construyó una balsa y acto seguido atravesó. Una vez
llegado a la otra orilla, no fue capaz de abandonar la embarcación. La
cargó sobre su espaldas y reanudó su avance, que se volvió mucho más
lento y penoso que antes de cambiar de orilla. (Alejandro Jodorowski.)
Moraleja:
Una vez superada una etapa de nuestra vida a veces es necesario saber
desprenderse de algunas cosas caducas, es decir, a veces las cosas que
nos han servido para llegar puede que en una situación nueva no nos
sirvan de mucho, es bueno actualizarse, la vida cambia y las necesidades
son diferentes, por ello hay que liberarse de antiguos mecanismos y
emprender otras estrategias, porque lo que nos valió una vez puede que
en un caso actual no nos sea tan útil. Ante lo nuevo, poner orden y
replantearse el siguiente paso.
Fuente : el Faro