Entiendo que a veces es complicado sacar de dentro algo que uno mismo no sabe como canalizar. Es difícil y duro. Difícil porque no sabes si se va a saber transmitir “eso” que se lleva dentro. Duro, porque también es difícil el “a quien” o “con quien” lo compartes… Para muchas personas es sumamente fácil, “sacar”. Hay otras personas sin embargo, en que a pesar de querer compartir, les es más complejo.
Estas últimas, lo tienen peor porque no quieren compartir por el mero hecho de descargar. No quieren que les pasen la mano por el lomo y les digan esa sarta de frases típicas y banales tan socorridas para aquellos que les escuchan y que suelen acabar con un: “venga, no te tomes las cosas tan en serio”, “veras como mañana lo ves de otra manera” y un largo etc.
Es cierto también que hay quien se protege. Quien no cuenta porque sencillamente no quiere compartir en saco vacio. Eso duele. Contar, mostrarse es algo muy serio para muchos y no todos tienen la virtud de un saber estar-escuchar…
Emisor y receptor han de estar en sintonía y así funciona.
A veces no es fácil. A veces es mejor quedarse en una isla y tomar forma de roca…