viernes, 29 de julio de 2011

“Yo te enseño?”



“Yo te enseño?”


Y así pase a explicarles a mis dos hijos que sí, que ellos me enseñan cada día. Aprendo con y para ellos y espero que eso no deje de ocurrir nunca. Comparto lo que se, lo que voy aprendiendo en este camino que nos ha tocado e intento que aprendan a interiorizar. Intento que tengan unos valores que andan ya casi perdidos en los tiempos que corren, que expresen, que verbalicen sobre todo aquello que les inquiete, que les cause curiosidad o simplemente que les guste.


Todo y nada es o no trivial en la medida de cada quién y por tanto, una trivialidad para nosotros los adultos puede ser un mundo para ellos, un mundo para nosotros es una trivialidad para ellos que con su lógica aplastante solucionan sin darle vueltas… El mundo no para, va demasiado deprisa y está en los adultos el saber escuchar, poner freno a toda esa vorágine de relojes, circunstancias, decisiones… Pararse y escucharles, observarles, no es tan difícil ni cuesta tanto pues al mismo tiempo que lo haces, aprendes y retrocedes en el tiempo a aquellos años en que tú, el adulto, teníamos sus edades. Y es ahí, cuando retrocedes, que ves el camino andado y aprendes de y con ellos el que van a recorrer. Como dice Janeth en su comentario en la entrada “el bambú japonés”, gracias a ellos por enseñarnos a ir más despacio…