sábado, 12 de junio de 2010

Vacio



Es inventarse un para qué día a día, sin pasiones con apatia. Subsistir, carente de afectos íntimos, sin compartir las rutinas, con unas relaciones cara a cara sin cariños. Es endurecer el carácter y estar a la defensiva. Es volverse adictivo intentando encontrar sustitutivos y acabar con hastío. Es sentirse solo, muy solo, con una soledad opresiva.

Es no sentirse un desierto y revelarse contra ello. Es ensayarlo una y otra vez y acabar con la conclusión de que no se es importante para nadie y que nadie mueve un dedo por ti. Y atacado de misantropía se duda según los días entre maldecir al mundo o sentirte mal contigo mismo, Es la impotencia que produce quedarte para ti lo que tienes dentro para compartir. Es ver como las cosas nada más empezar acaban.

Es silencio, insomnio, desasosiego, miedo...