sábado, 12 de junio de 2010

El Artesano


Despues de oprimir con el pulgar una imperfección en la boca de barro, el ceramista Tarik vigila el secado de su nueva obra. Sabe que en su oficio el unico camino a la perfeccion es por tanteo, por aproximación.
Y piensa que en el amor es lo mismo, que slo tocando aquí y alla el
cuarpo amado manifiesta sus deseos y el amante tiene que ser habil para
escucharlos a travez de sus manos. Y sucede igual con el barro. La
tierra humeda y ya moldeada sigue hablando: le dice a las manos del
ceramista si ha secado bien o si necesita mas tacto en alguna parte
especial como ese borde en el cuello que Tarik acaba de acariciar de
nuevo para que no quede como un filo discordante. Desde mucho antes desde que se amasa el barro, el tiempo para hacerlo es un tiempo dentro del tiempo. Una maquina lo haria mas rapido, le dijo alguna vez
un visitante. Y es cierto, pero Tarik le respondio que no era
ceramista por llegar mas rapido a su meta, sino establecer con el barro
una relacion, un conocimiento mutuo, una confianza, un tiempo dentro
del tiempo. Y en el amor es lo mismo. Lo importante de Tarik esta en la
demora que permite establecer un conocimiento profundo y variado del
cuerpo amado y de las manos que aman. Acariciarse lentamente cuando se ama es como andar a tientas en la noche cerrada con las manos por delante, tocando la obscuridad suavemente. Y de pronto, aquí y
alla, sobre la piel de la noche, surgen luminosidades en el cuerpo
acariciado. La noche amada se ilumina por un segundo dejando ver que el
deseo se enciende. Y la luz de los cuerpos, cuando ha nacido
pacientemente fuera del tiempo siempre pide mas luz. Esto pasa tambien cuando se acaricia el barro. Su forma se ilumina y pide mas paciencia, mas tiempo en las manos o deja ver su sed de entrar al fuego con prematura. No obstante el artesano debe reestablecer la paciencia y demorarse como un amante esmerado, en llegar a la perfeccion, pero, que es la perfeccion en el amor y el barro?, No una
forma que existiera antes sino, simplemente lo que se puede hacer mejor
en cada momento, en cada situación. La sensación de haberlo hecho todo
para lograr la plenitud. La perfeccion es un beso o una caricia que nos
instala en la certeza de que alcanzamos un colmo de plenitud que antes
nos parecia inalcanzable. Ahora bien, siempre hay que saber que en el amor esa plenitud por naturaleza, tiende a ser un instante y hay que ganarsela de nuevo, trabajarla, buscarla, intuirla y reconocerla.Saber que la plenitud es frágil hace sabio al artesano. Y al amante.